La misión Dakar-Djibouti inauguró la era de las grandes investigaciones de campo de la etnografía francesa. Dirigida por Marcel Griaule, futuro primer catedrático de etnología de la Sorbona, la expedición cruzó el continente africano desde el Atlántico hasta el mar Rojo.
De mayo de 1931 a febrero de 1933 la expedición recorrió veinte mil kilómetros, atravesando los actuales Senegal, Malí, Burkina Faso, Níger, Benin, Nigeria, Chad, Camerún, República Centroaf-ricana, la República del Congo, Sudán, Etiopía, Eritrea y la República de Djibouti. La integraron Marcel Larget, Michel Leiris, Eric Lutten, André Schaeffner, Jean Mouchet, Jean Moufle, Gaston-Louis Roux, Deborah Lifchitz y Abel Faivre. La expedición realizó dos “investigaciones intensivas”, en el escarpe de Bandiágara (Malí) entre los dogón, y en Gondar (Etiopía). Recogió unos 3600 objetos, 300 manuscritos y amuletos etíopes e hizo unas 6000 fotografías, estudios etno-musicales (200 registros sonoros), lingüísticos, zoológicos, botánicos y etnográficos. La Misión Dakar-Djibouti permite entender la constitución de la Etnografía como disciplina al servicio de la Antrop-ología; a la vez, muestra cómo confluyeron en ella intereses políticos, culturales y artísticos que reflejan el periodo de entreguerras. Sus resultados dieron el impulso definitivo para que el viejo Museo de Etnografía del Trocadero se convirtiese en el Museo del Hombre de París, que estableció un discurso humanista sobre la otredad cultural y cosmopolita sobre la humanidad. Con todo, la expedición también se justificó como una forma de racionalizar la administración colonial francesa y un medio para concurrir en los conflictos de prestigio entre las potencias coloniales europeas.
De mayo de 1931 a febrero de 1933 la expedición recorrió veinte mil kilómetros, atravesando los actuales Senegal, Malí, Burkina Faso, Níger, Benin, Nigeria, Chad, Camerún, República Centroaf-ricana, la República del Congo, Sudán, Etiopía, Eritrea y la República de Djibouti. La integraron Marcel Larget, Michel Leiris, Eric Lutten, André Schaeffner, Jean Mouchet, Jean Moufle, Gaston-Louis Roux, Deborah Lifchitz y Abel Faivre. La expedición realizó dos “investigaciones intensivas”, en el escarpe de Bandiágara (Malí) entre los dogón, y en Gondar (Etiopía). Recogió unos 3600 objetos, 300 manuscritos y amuletos etíopes e hizo unas 6000 fotografías, estudios etno-musicales (200 registros sonoros), lingüísticos, zoológicos, botánicos y etnográficos. La Misión Dakar-Djibouti permite entender la constitución de la Etnografía como disciplina al servicio de la Antrop-ología; a la vez, muestra cómo confluyeron en ella intereses políticos, culturales y artísticos que reflejan el periodo de entreguerras. Sus resultados dieron el impulso definitivo para que el viejo Museo de Etnografía del Trocadero se convirtiese en el Museo del Hombre de París, que estableció un discurso humanista sobre la otredad cultural y cosmopolita sobre la humanidad. Con todo, la expedición también se justificó como una forma de racionalizar la administración colonial francesa y un medio para concurrir en los conflictos de prestigio entre las potencias coloniales europeas.